jueves, 22 de septiembre de 2011

Amanecer

No siento, no padezco, lo único que poseo son recuerdos; jubilosos, funestos, hermosos, desagradables... ¡Qué más da ya! Los primeros rayos de sol entran por las rendijas de mi ventana , la luna duerme tranquila y yo me siento solo a la venida del nuevo día. Los párpados hinchados, pesan intentando cerrarse en un sueño que nunca llega, y me pregunto por qué, ¿por qué ella ? ¿ por qué no yo?. Miles de cuestiones se agolpan en mi mente mientras una sensación extraña invade mi cuerpo seguida de un escalofrío.

Decido entonces marcharme de esa oscura cueva. Soy ahora un ser huraño y despreciable, algo trastornado, pero he de afrontar los hechos.Salgo de la casa, nada. Las farolas aún brillan con una tenue luz que pronto se disipará. Más recuerdos. Mi cerebro va a explotar.Una fecha: 16-9-98,¿ Cómo olvidarlo? Imposible. Entretanto una figura yace tendida en el suelo. ¿Un vagabundo? No.

Decido acercarme, la figura se va haciendo más nítida y puedo apreciar la silueta de una mujer en avanzado estado de embarazo. Grita.

    -Mujer, ¿ puedo ayudarla en algo?- pregunto titubeante
    -¡ Llame a una ambulancia! no puedo contennerlo más, va a salir.
    -¿El qué va a salir?
    - Mi hijo.

Instintivamente ella abre las piernas ante mí mientras consigo alcanzar mi teléfono móvil. marco 112 y pido una ambulancia urgente mientras aquella dama grita dolorida de fondo, pero aquello en vano ya que el niño no puede esperar y veo su cabeza, me encuentro mareado y ya no hay vuelta atrás, la mujer empuja, cojo la testa de la criatura con mis manos despacio, el suelo está encharcado de sangre mientras consigo que el pequeño salga escurriéndose débilmente hacia el exterior desde dentro del cuerpo de su madre. Ya lo tengo entre mis brazos, lo limpio y lo tapo con la toquilla azul con su nombre bordado. Héctor. Es precioso, una mente inocente que me recuerda a mi infancia, larga placentera y anhelada.

llega la ambulancia y proceden a cortarle el cordón umbilical al recién nacido al que, con su madre, suben a ésta. Poco a poco las sirenas se van haciendo susurros y el automóvil se va disminuyendo hasta hacerse tan pequeño como de juguete.Vuelvo a estar solo.

De nuevo aquellos pensamientos rondan mi cabeza.  la cara de aquella mujer me es muy familiar, sus rasgos exactos, tan perfecta..Recuerdo aquel día perfectamente: Laura, tan preciosa como siempre, con su pelo rubio y rizado se aproxima... Todo ocurrió demasiado rápido, estábamos bebidos y queríamos emociones fuertes, acudimos todos juntos al barranco de las afueras, dónde había una cuerda que cruzaba de lado a lado. El primero en pasar fue Pedro, luego Mateo se hizo el guaperas y yo también lo conseguí; poquito a poco pasamos todos y ella no quiso, comenzamos a llamarla cobarde y gallina. Entonces pasó por aquella maldita cuerda, titubeante al principio, y más tarde mortal, pisó mal y cayó... mi corazón se paró en ese momento y aún no ha vuelto a latir tal y como ella lo provocaba. De fondo, solo sonido de coches y la ambulancia, no había esperanza. sus constantes vitales eran nulas y ella ya no estaba entre nos otros mientras de mis encharcados ojos brotaba una lágrima.

la vida y  la muerte se han juntado por un instante, ahora solo queda mi lamento y es que ya no te tengo y te quiero pedir perdón por todo lo que te hice, por tu sufrimiento y por tu alegría, por si no te supe amar como te merecías, porque me muero si no estás y solo guardo tu recuerdo que es algo que no me sirve para tenerte de nuevo. Quiero dar mi vida por la tuya y no veo el momento en el que nos juntemos de nuevo....

Mi cabeza da vueltas y el número 16 se dibuja a fuego en mi mente. Ando rápido preso de aquellos recuerdos e intentando abandonarlos, en cada cartel veo su nombre, su cara en cada fotografía y aquel momento se taladra dolorosamente en mi cabeza. Preso de mi locura acabo sentado en aquel lugar, la cuerda sigue colgada en el mismo sitio. Me pesa demasiado como para continuar viviendo pero la brisa hace que me refresque un poco. Voy a cruzar y lo consigo, maldita sea, ¿ por que ella no lo hizo al igual que yo ahora? entonces salto del precipicio y el tiempo se detiene para siempre.