sábado, 31 de diciembre de 2011

Poema de amor

naciste en mi vida
lenta y progresivamente
hasta convertirte
en indispensable para mi
sin darme yo cuenta
te convertiste en parte de mi
y ya mi vida giraba en torno a ti
en cuanto te conoci
si quieres saber cuanto te amé
mide de un lado a otro el universo
hallaras la respuesta
es infinito
si quieres saber cuanto te amé
cuenta todas las estrellas del cielo
hallarás la respuesta
son infinitas
aunque no te dijera te amo
aunque no te dijera te quiero
yo siemprer te amé y te quise
como nadie nunca lo hara

Desprecio

Los sentimientos se hacen fuertes cuanto más tiempo pasa. Hacia mi persona, tal vez debido a mi forma de ser o de pensar, percibo un sentimiento que se ha curtido con el tiempo: Desprecio.
Desde mis años de más inocente infancia hasta en la pubertad que ahora me hallo siento ese desprecio que arde por mi cuerpo y corre por mis venas día tras día, sin descanso. Con aplomo me resigno a acudir a este recinto, lleno de fieras sin adiestramiento, que hacen que mi estancia se torne gris y desconfortable.
En mi mente siento una tortura que dura desde mi llegada a las ocho de la mañana hasta mi salida a las cuatro; mis ojos arden cada vez que en mis oidos retumban aquellas palabras de los necios que me rodean. No puedo desfallecer y ahogar mi tortura en un llanto que solo producirá más crueldad por parte de mis compañeros, llamados así a pesar de que no merecen ese nombre. Solo me espera más y más tortura en este incomprensible mundo al que solamente se llega a través de hundir al prójimo y ser cruel y despiadado, mientras con esa crueldad produces la risa de los demás hacia el pobre desvalido