A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé que tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mi mismo
no puedo venir más lejos.
No estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo de su cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario